42 viviendas de alquiler joven
Benidorm posee dos características que esta propuesta intenta aprovechar: la posibilidad de disfrutar del mar y un urbanismo que propicia la construcción en altura. Sin embargo, la parcela sobre la que se sitúa el proyecto se enfrenta a una orografía abrupta que constituye un condicionante decisivo: sólo a partir de la novena planta se consigue divisar el mar.
Así, el edificio se divide de forma natural en dos partes. Hasta la octava planta se desarrollan las viviendas dúplex que poseen terrazas de doble altura sobre las que vuelcan las distintas estancias. Estas oclusiones de aire permiten esponjar el edificio, acumulando la mayor edificabilidad posible en las plantas altas. A partir de la novena planta se disponen los tipos desarrollados en un solo nivel, consiguiendo un mayor número de viviendas que disfrutan de vistas lejanas al mar.
La división programática se traslada con fuerza al aspecto exterior de la torre manifestando una doble escala: en primer plano la vibración entre las líneas horizontales de las barandillas, cuya separación cambia según la planta sea de dúplex o no, y por detrás la variación de las terrazas en función de las diferentes combinaciones de viviendas.
Ver: