La Rosilla. 71 viviendas VPPA en Vallecas (Madrid)
Esta promoción de 71 viviendas VPPA denominada “La Rosilla”, es obra de Aybar Mateos Arquitectos y se sitúa en un nuevo desarrollo urbanístico en Madrid junto al distrito de Vallecas. Se compone de 4 parcelas residenciales y 3 grandes zonas verdes entre las edificaciones. Se trata de un proyecto con una alta calificación energética, cuya fachada permite una estanqueidad y continuidad de los aislamientos total, minimizando la presencia de puentes térmicos y permitiendo un menor consumo de energía.
La parcela RC 4 se encuentra en el triángulo formado por la Carretera de Villaverde a Vallecas, la avenida Mayorazgo y la calle Castejón de Henares. Está al suroeste del Casco histórico de Vallecas y se compone de 4 parcelas residenciales y 3 grandes zonas verdes entre las edificaciones, así como un equipamiento en la esquina creada por la carretera de Villaverde a Vallecas y la avenida Mayorazgo.
Se trata de una parcela rectangular de dimensiones aproximadas de 28 x 90 m, con una superficie total de 2520 metros cuadrados. Los lados largos del rectángulo corresponden a las orientaciones norte-sur, mientras que los cortos a las este-oeste.
El uso principal del edificio es el uso residencial vivienda. Las viviendas serán protegidas con protección básica. Esto significa que la superficie construida máxima será de 110 m2. Las viviendas se destinarán a alquiler social.
La necesidad de generar propuestas capaces de adecuarse a los nuevos retos sociales y los tipos de núcleos familiares que conforman el tejido social, da lugar a un edificio articulado en dos piezas pero que en planta baja se encuentran unidas para que tengan un basamento continuo, y se envuelven en una piel térmica continua que junto a otras estrategias globales permitirá alcanzar el objetivo de calificación energética B establecido en los pliegos sin un aumento significativo de los costes globales.
Se propone un sistema de organización espacial de las unidades de viviendas adaptable y flexible que permite responder a los requerimientos urbanos y normativos de la parcela situada en la Rosilla. Cada edificio responde de manera singular y específica a sus condiciones de contorno orientación. Así, los edificios se sitúan adyacentes al futuro parque en las zonas sur y se alejan todo lo posible las zonas de ruido proveniente del norte tanto por el tráfico rodado como por la industria.
Por otro lado, orientan sus zonas de día al sur de manera directa, mientras que sus accesos y las zonas de cocina se orientan al norte. Las piezas se organizan en dos escalas alternas, las que agotan la altura máxima de ocho plantas y las que cuentan con cinco plantas. Su colocación ortogonal permite una heterogeneidad en la percepción desde la vía pública y una clara discontinuidad en los planos de fachadas.
El edificio bajo está compuesto de núcleos cerrados con ventanas de iluminación y ventilación en caso de incendios para cada dos viviendas y la torre dispondrá de un núcleo de escaleras abierto a fachada que da acceso a las viviendas a través de una pasarela. Tanto en la cubierta del edificio de cinco plantas como en la torre, se encuentran los paneles solares y fotovoltaicos que permiten que el edificio cumpla los requerimientos de consumo de energía casi nulo, así como la zona de previsión para las máquinas de aire acondicionado. Se ha asignado un espacio determinado para cada una de las viviendas en la bancada para evitar posibles problemas de espacio.
Los accesos peatonales se producen desde el espacio intermedio entre los edificios que permite la necesaria privacidad de las viviendas situadas en planta baja por su cota y la creación de espacios de relación en los portales de acceso. De este modo se crean unas zonas comunes que albergan los accesos y genera una zona de respecto entre los edificios y las calles de circulaciones rodada. Por otro lado, el elemento vertical que puntúa el conjunto se gira y busca optimizar el área de movimiento constituyendo una referencia urbana que se enfrentan a zonas libres o calles exteriores al ámbito.
La propuesta se mantiene siempre por debajo de las alturas máximas de cornisa que fija el plan parcial en baja +4 y baja +7. Bajo la huella del edificio, pero con crujía algo superior, se disponen 2 plantas bajo rasante con uso aparcamiento, liberando la mayor parte posible de la huella del jardín común permitiendo la plantación de árboles de gran porte. La planta sótano -2 no es completa debido a que no es necesario para alcanzar el número de plazas de aparcamiento requerido por la EMVS. En planta baja se localiza la caldera centralizada de gas que suministra calefacción y agua caliente a las viviendas. Se distribuye el agua caliente a través del techo de planta sótano -1 y por los patinillos de cada núcleo.
En cuanto a las viviendas, la limitación normativa de profundidad de los edificios a 12 metros y los límites de factores de relación entre zonas comunes y privadas aconsejan organizar el conjunto de accesos a las viviendas mediante núcleos para dos viviendas en el edificio de cinco plantas y núcleo para 4 en el de ocho plantas. La unidad de vivienda se plantea con la posibilidad de evolución interna, pudiendo cambiarse fácilmente la posición de las estancias de día y de noche.
De este modo, se entiende la vivienda como un volumen capaz, un territorio en el que se actúa en función de las necesidades familiares o personales, planteándose esta posibilidad evolutiva desde el inicio del proyecto.
La fachada resultante, utilizada a modo forro climático continuo y variable, permite una estanqueidad y continuidad de los aislamientos total. Está compuesta por la hoja portante sobre la que se fija el aislamiento continuo por la cara exterior y mediante una subestructura discontinua el material de acabado exterior en material pétreo de tonos claros y despiece modulado. Hacia el interior tras la hoja portante se fija el acabado interior sobre subestructura metálica.
En este sentido, además de proponer un proyecto con una calificación energética A (superior a la requerida), se busca acercarse a los objetivos recogidos en la directiva europea 2010/31 UE que aspira a la consecución de un estándar europeo de Edificio de Energía casi Nula EECN. La envolvente propuesta, optimiza la perdida de energía, minimizando la presencia de puentes térmicos, y permitiendo así un menor consumo de energía.
Los huecos de viviendas de planta baja y de las pasarelas se protegerán frente al riesgo de intrusión. En los huecos orientados a sur la disposición volumétrica del edificio permite su protección solar al estar en un plano interior en los dormitorios, y en el caso del salón se dispondrán elementos de protección solar accionables por los usuarios. Los huecos a sur que no se encuentran en un plano retranqueado tienen contraventanas de librillo que permiten la protección solar requerida para evitar la ganancia térmica en verano.
Todos los huecos de zonas estanciales tendrán sistema de oscurecimiento adecuado, contraventanas o persianas, procurando incrementar al máximo la distancia entre el sistema de oscurecimiento y el vidrio y de esa manera conseguir un colchón climático de protección para el edificio.
La envolvente se ejecuta con ladrillo klinker en planta baja, como una exploración de diferentes aparejos y utilizaciones de la fábrica. El canto de forjado de la planta primera presenta un prefabricado de hormigón gris con acabado en OSB, a modo de transición entre el zócalo que conforma la planta baja y las plantas superiores, con fachada acabada en SATE y huecos profundos de ventanas. La fachada oeste del edificio de ocho plantas presenta una celosía cerámica que tamiza la vista de los tendederos, con fachada interior de ladrillo cara vista.
Al interior de la parcela se accede a través de las entradas peatonales en rampa que permiten una completa accesibilidad universal a todas las viviendas y las zonas comunes. Los espacios libres comunes se extienden al interior de la edificación a través de portales abiertos que dan acceso a la escalera y los ascensores que comunican las viviendas, dándole una gran dignidad y calidad a los accesos, como reinterpretación de los tradicionales de los barrios de los ensanches madrileños.
Los ascensores de los núcleos de comunicación se prolongarán hasta los sótanos, mientras que se disponen de escaleras de evacuación hasta la planta baja, con el fin de evacuar el sótano. Todo el conjunto se plantea como un ambiente equipado de manera óptima para el desarrollo de la vida urbana. Se interpretan los espacios interiores de la urbanización como un fragmento del paisaje natural adyacente capturado y manipulado.
Tal como prevé la normativa de La Rosilla, la vegetación a plantar en el patio es autóctona y combinada entre arboles de hoja caduca y perenne, así como de portes variados.
A lo largo del jardín se generan unos núcleos de actividad formados por unos bancos y unas plantaciones de arbustos y plantas aromáticas autóctonas y de bajo mantenimiento (plantas tapizantes). Los árboles se plantan en la zona libre de la parcela, sin sótano, permitiéndose la plantación adecuada y tal como determina la sección que se adjunta.
Más información: Ficha Técnica