Palacio de Justicia de Mérida
Un espacio no climatizado que resulta confortable al usuario gracias a la distinta concepción de los porches que rodean el patio, según orientación y uso, que protegen al usuario del viento y la lluvia y mediante la sombra del arbolado y el efecto refrescante del estanque frente al calor.
El edificio es pionero en la implantación de la nueva Oficina Judicial. La organización de los espacios, versátiles gracias a la estructura modulada con patios interiores, segrega las circulaciones de público - restringida - detenidos sin perder la posibilidad de iluminar naturalmente todas las estancias.
Estos mecanismos, de alto interés a nivel de sostenibilidad, se completan con la utilización del estanque como mecanismo de refrescamiento en zonas públicas y además como sistema de oxigenación para reciclaje de aguas pluviales, empleadas en riego y fluxores del edificio.
A nivel técnico se han realizado prácticas de innovación sobre materiales tradicionales, como por ejemplo, los cajones de hormigón con rotura de puente térmico, que permiten un potente enmarcado de los huecos de ventana tanto al interior como al exterior, o el núcleo de escaleras y ascensores de público, realizado en hormigón visto con juntas de hormigonado ocultas para potenciar su percepción unitaria
Creemos que la arquitectura ha de responder adecuadamente a la escala y representatividad del uso. En respuesta a la escala del Palacio de Justicia, por ejemplo, se construye la torre de hormigón, que se eleva como hito para la ciudad y muestra el símbolo, empleado desde hace siglos en lo público y paradójicamente atemporal, del reloj.
La configuración del edificio en general, y del patio en particular, persigue sin embargo no hacer ostentación de todo el esfuerzo que lleva detrás, tanto en su concepción como en la propia construcción, sino ofrecerse simplemente como un espacio eficaz, confortable y bello que de manera discreta aporte al usuario un servicio próximo y de calidad.
Ver: