Rehabilitación del Seminario Mayor de la Universidad Pontificia Comillas para el Centro Internacional de Estudios del Castellano. Comillas (Cantabria)
Estos trabajos de restauración se complementan con una labor de rehabilitación más intensa sobre el área del edificio cuyo estado de conservación y falta de adecuación funcional, estructural e instalaciones inexistentes aconseja un grado de intervención más importante.
Tras una acción previa de eliminación de los elementos interiores añadidos, el proyecto propone una serie de actuaciones que se adaptan a la estructura arquitectónica original del Seminario. En primer lugar se incrementan las escaleras en el espacio de los claustros siguiendo el mismo esquema compositivo de la existente, y se concentran los usos servidores en los límites de la planta –las esquinas- para liberar el resto de la planta y poder incorporar los espacios de trabajo que dan sentido a este proyecto en las crujías perimetrales: unas salas diáfanas, con posibilidades de división para adaptarse al aforo solicitado con sistemas de tabiques móviles.
El cambio de uso más significativo se produce en las plantas superiores eliminando el actual forjado del bajo cubierta para así aumentar la escala de las salas de planta segunda con dobles alturas; así aparecen unos nuevos espacios continuos y diáfanos para uso de bibliotecas y salas de estudio, que se abren a las actuales terrazas situadas sobre los claustros y al exterior a través de los huecos existentes, un nuevo espacio que se ilumina cenitalmente mediante las actuales mansardas como una serie de lucernarios ubicados a ambos lados de la cubierta
La propuesta de rehabilitación de los dos claustros del edificio ha de aunar con una única acción todas las demandas solicitadas; un único elemento constructivo que además de cumplir con las solicitaciones estructurales e integrar las instalaciones sea capaz de configurar el nuevo carácter de los espacios interiores del antiguo Seminario. Se ha optado por actuar en el muro interior que divide el claustro de las crujías perimetrales y que ha sufrido todos los avatares de las sucesivas intervenciones en el edificio.
De esta manera el actual muro se transforma en un nuevo “muro técnico” que articula la relación funcional y visual entre salas polivalentes y los dos claustros a través del orden de sus huecos. Un muro compuesto de hormigón blanco visto donde apoyan las losas vistas, actuando el conjunto como un puntal que arriostra las fachadas originales restauradas. Un muro que organiza en sección la intervención y permite que por su interior “respire” el edificio y discurran el resto de instalaciones.
La nueva apertura de huecos entre claustros y salas permite además una nueva conexión visual y de uso de los patios como espacios de estancia al aire libre.
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