Onduline participa en la rehabilitación de la antigua Cárcel Modelo de Valencia
Onduline está participando en la rehabilitación de la antigua Cárcel Modelo de Valencia, edificio de principios del siglo XX declarado patrimonio de interés artístico por el Ministerio de Cultura. El centro penitenciario está siendo recuperado y transformado para ser parte del futuro Complejo Arquitectónico 9 de Octubre, que albergará dependencias para 3.000 trabajadores de la Generalitat Valenciana.
El proyecto, obra del prestigioso arquitecto Juan Añon, cuenta con un presupuesto de 105 millones de euros, ocupa una superficie total de 109.750 metros cuadrados y estará finalizado en 2011. Además de la remodelación de la antigua cárcel, se están construyendo cuatro bloques de nueve pisos en el mismo recinto.
La rehabilitación de este histórico edificio está siendo una obra compleja por su estado de conservación y su carácter protegido. La Cárcel Modelo de Valencia fue proyectada en 1877 por el arquitecto Joaquín María Belda. Los trabajos comenzaron en 1889 y fue inaugurada el 5 de junio de 1903. El edificio responde al modelo ideado por el arquitecto inglés John Haviland a principios del siglo XIX. De un bloque principal y central –llamado panóptico, del griego ‘ver’ y ‘todo’- surgen las diferentes alas del edificio en forma de estrella.
Rehabilitación de cubiertas
La renovación e impermeabilización de las cubiertas de la antigua cárcel es uno de los aspectos más importantes del proyecto de rehabilitación. Desde el mes de febrero, la empresa Sistem Cubiertas Ibérica se encarga de la ejecución de esta cubierta de 8.500 metros cuadrados, 6.000 de forjado de hormigón y 2.500 de madera laminada más panel sándwich. Se prevé que los trabajos finalicen en septiembre.
El complejo se compone de tres edificios. El primero, en forma de C, tiene 2.300 metros cuadrados de cubierta de forjado en hormigón. El segundo edificio, de planta rectangular, tiene 2.500 metros de cubierta, 2.000 de forjado de hormigón y otros 500 de madera laminada. El tercer edificio, con 3.700 metros de cubierta de madera laminada, tiene un bloque central y cuatro naves en forma radial.
Las zonas de forjado de hormigón se han impermeabilizado con placas Onduline Bajo Teja BT-235 para tejas curvas, mientras que en las cubiertas de madera laminada se está colocando el Sistema Integral Onduline –panel sándwich Ondutherm más placa Onduline Bajo Teja -.
Obra compleja
El carácter protegido de esta obra arquitectónica ha complicado la tarea de rehabilitación de la cubierta. Al tratarse de un proyecto emblemático, la exigencia técnica ha sido máxima y el equipo de Sistem Cubiertas Ibérica ha tenido que enfrentarse a un forjado de carácter irregular y en muy mal estado.
En cubiertas de este tipo es especialmente ventajoso el uso de las soluciones Onduline por su flexibilidad, ligereza y versatilidad. Por su composición, a base de fibras minerales y vegetales y resinas termoestables saturadas en asfalto a alta temperatura, la placa Onduline Bajo Teja garantiza la impermeabilidad. Presenta, además, una gran flexibilidad, por lo que absorbe los movimientos estructurales sin fisurar. Es un producto de gran ligereza –pesa sólo 3 Kg/m2-.
Su formato ondulado crea un ‘tiro’ de ventilación que previene la condensación y por tanto las humedades, y su facilidad de manipulación permite que la placa se adapte a las irregularidades de la cubierta (encuentros, limas…). La placa es aplicable bajo teja árabe, mixta, plana, hormigón o pizarra.
Por su parte, el panel sándwich Ondutherm utilizado como cerramiento de cubierta proporciona aislamiento térmico, acabado interior y soporte en un solo producto, lo que garantiza un espacio bajo cubierta con condiciones inmejorables en acabado, confort y aislamiento. Su facilidad y rapidez de instalación, la garantía y el ahorro en materiales y estructura portante favorecen un tejado seguro, de calidad y económico.
Ondutherm es también de gran ligereza -entre 15 y 30 Kg/m2, según modelo-, versatilidad, cualidad fundamental ante los diferentes tipos de cubierta inclinada existentes. El bajo peso contribuye a aligerar la carga que soporta la estructura, contribuyendo a la seguridad estructural de la edificación, aspecto de vital importancia en edificios antiguos como la Cárcel Modelo de Valencia.