Finalizan las obras de la primera Casa Taller Laboratorio Passivhaus de la Península Ibérica
Pasiva Positiva es una Casa Taller Laboratorio Passivhaus (CTLPH) en régimen de autoconsumo. Está en proceso de obtener la categoría Premium, la máxima certificación del estándar Passivhaus. El fin último de la CTLPH es principalmente divulgativo y formativo. La casa, edificada con cubierta ventilada de teja y fachada de muro de carga de bloque Termoarcilla, ha contado con el patrocinio de Hispalyt y el Consorcio Termoarcilla.
La categoría Premium es la máxima certificación del estándar Passivhaus, en la que no sólo se reduce a niveles muy bajos la demanda de energía primaria renovable del edificio, sino que, además, se genera más energía de la que se consume. De tal modo que dichos excedentes de energía pueden ser aprovechados para otros usos particulares o ser vertidos a la red para su comercialización.
El objetivo del proyecto, impulsado por Passivhaus Consultores, es suministrar información práctica y difundir las técnicas de construcción óptimas para la construcción de edificios de consumo casi nulo y Passivhaus. Con ella se pretende mostrar a particulares y profesionales del sector mediante una experiencia en primera persona, tanto el confort en el interior de la vivienda, como las ventajas relacionales, económicas y medioambientales que supone un diseño pasivo positivo. Pero Pasiva Positiva va más allá, y a su alrededor se organizan actividades culturales y formativas, con el fin de generar una reflexión sobre la relación entre los edificios, las ciudades y las personas que los habitan.
Este proyecto ha contado con el patrocinio de Hispalyt y del Consorcio Termoarcilla, que han aportado los materiales cerámicos para la construcción de la Casa Taller Laboratorio Passivhaus.
La CTLPH cuenta con una superficie de 160 m2 y un terreno de 1000 m2, y se ubica en Robledo del Buey (Toledo), cerca del Parque Nacional de Cabañeros. Su interior está dividido en tres zonas:
- Zona Passivhaus: sala principal (80 %) con capacidad para 25 personas.
- Zona Passivhaus: espacio privado habitable para alojamiento de 4 personas.
- Espacio Código Técnico de la Edificación (CTE), formalmente integrado, pero arquitectónicamente separado, construido según las exigencias del CTE.
Pasiva Positiva será un centro para la formación continua y la comunicación dirigidas tanto a profesionales como a usuarios finales. Su objetivo es mostrar todos aquellos aspectos en los que los edificios positivos inciden. Al disponer de dos zonas claramente diferenciadas, zona Passivhaus y espacio CTE, el usuario puede percibir por sí mismo la diferencia entre un edificio convencional según el CTE, y otro edificio según los estándares Passivhaus. Su diseño permite comprobar in situ el confort térmico que proporcionan los materiales, elementos constructivos y sistemas mecánicos que forman la construcción Passivhaus.
La CTLPH se podrá visitar, cuando la situación sanitaria lo permita, en tres modalidades: visita libre (dirigida a usuario final), experiencia con contenido formativo (para profesionales de la edificación) y experiencia de un ciclo de 24h (incluye la estancia de una noche). Además, también se organizarán talleres y seminarios propios, así como visitas para instituciones educativas (Colegios, Institutos, Universidades). Por último, la casa ofrece un espacio idóneo para acoger eventos de empresas e instituciones.
Pasiva Positiva: un edificio que aporta más energía de la que recibe
La reducción de la demanda de energía en una casa pasiva es del 95% en comparación con un edificio convencional. Pero la casa pasiva positiva, además de obtener un balance energético nulo, produce energía extra que puede utilizarse para otros fines. Esto se consigue mediante la consideración de diversos condicionantes, entre ellos, la elección de materiales y sistemas constructivos que ahorran energía. En particular, para este proyecto se ha elegido una cubierta ventilada de teja cerámica, con microventilación bajo teja y fijación en seco. Este sistema amortigua los cambios de temperatura y mejora el comportamiento térmico de la cubierta, contribuyendo con ello a la máxima eficiencia energética del edificio. Además, la cubierta inclinada facilita la integración de los paneles solares de la Casa Pasiva Positiva.
Izda. Cubierta ventilada de teja cerámica. Dcha. Instalación del sistema para la fijación de los paneles fotovoltaicos sobre la cubierta inclinada.
Las tejas no son el único material cerámico de la Casa Taller Laboratorio Passivhaus. Así, la vivienda presenta una fachada de muro de carga de bloque Termoarcilla de 24 cm con un SATE de 25 cm de espesor y un enlucido de yeso al interior. En los ensayos de estanqueidad realizados en la CTLPH, se han obtenido valores inferiores a 0,20 ren/h. Se trata de unos resultados muy positivos, ya que las casas pasivas habitualmente obtienen valores de hermeticidad entre 0,2 ren/h y 0,6 ren/h.
Izda. Prueba Blower-Door en la CTLPH. Dcha. Fachada de muro de carga de bloque Termoarcilla vista desde el interior
Por otro lado, el muro estructural de Termoarcilla, de elevadas prestaciones térmicas gracias a sus arcillas, su machihembrado vertical y su geometría interior, combinado con un SATE, forma la capa de aislamiento que envuelve el espacio interior y controla el flujo de energía entre interior y exterior. El sistema de aislamiento por el exterior permite evitar los puentes térmicos y dar continuidad al aislamiento de fachada con el de cubierta y suelo.
Finalmente, además de su capacidad aislante, la Termoarcilla aporta la inercia necesaria en esta latitud para optimizar el confort en los meses cálidos.
La elección de los materiales también ha tenido en cuenta el criterio de la vida útil del edificio, optando por materiales, como las tejas y los bloques cerámicos, que tienen una vida útil media de referencia de 150 años.
Más información: Pasiva Positiva