Entrevista a Arrokabe Arquitectos, ganadores del IV Premio de Arquitectura de Teja
Iván y Óscar Andrés Quintela (Arrokabe Arquitectos) han sido los ganadores del IV Premio de Arquitectura de Teja, en la categoría de “Obra Nueva”, por su obra Vivienda unifamiliar en Brión (A Coruña).
El Jurado valoró que la cubierta se haya realizado desde la más radical simplicidad constructiva. Se trata de una sobrecubierta a dos aguas, que se separa del volumen inferior para disponer un colchón térmico muy ventilado. Este espacio, se acomoda a las necesidades de mayor o menor altura del programa elemental de vivienda que se desarrolla, integrando todo el conjunto con una estructura modular de madera que también respira la misma sencillez constructiva.
Foto: Obra ganadora del IV Premio de Arquitectura de Teja en la categoría ‘Obra Nueva’. Vivienda unifamiliar en Brión (A Coruña), de Arrokabe Arquitectos
Arrokabe Arquitectos es un estudio situado en Santiago de Compostela formado, desde mayo de 2006, por los hermanos Óscar Andrés Quintela (Bilbao,1969/ arquitecto ETSAUN 1994) e Iván Andrés Quintela (Bilbao,1980/ arquitecto ETSAUN 2004). El trabajo de la oficina parte de una especial atención a la preexistencia, material y/o cultural, busca construir un lenguaje sobre lo concreto y profundiza en la capacidad expresiva de los materiales y las técnicas constructivas adecuadas e idóneas. Se han especializado en rehabilitación, arquitectura en madera y eficiencia energética.
El trabajo en el estudio se ha compaginado con otras actividades, en concreto la gestión de oficinas de rehabilitación de conjuntos históricos, el comisariado de exposiciones, labores de coordinación y docencia en el máster de regeneración urbana y rehabilitación_USC y colaboraciones como docentes en el máster en ingeniería de la madera estructural_USC. También, en los últimos años, han impartido seminarios especializados en arquitectura y construcción en madera. En la actualidad colaboran con la Casa de la Fábrica de la Fundación Catedral de Santiago en labores de coordinación y dirección de obras de restauración del templo.
1. Además del Primer Premio en la categoría de Obra Nueva, este año también se ha seleccionado otra obra vuestra para incluir en el Libro de los Premios. También en la anterior edición del Premio, obtuvisteis una mención por vuestra obra “Vivienda a tres augas” en Oza, y se seleccionó otra obra vuestra para el libro: “Rehabilitación de un antiguo secadero en Belvís”. Es evidente que estáis haciendo obras de calidad empleando la teja cerámica. ¿Cómo valoráis el reconocimiento que estáis logrando con vuestros proyectos?
Desde luego muy positivamente, el reconocimiento de compañeros y más aún si se trata de profesionales a los que respetas y admiras es para nosotros un espaldarazo para seguir insistiendo en la misma dirección.
Por nuestra trayectoria profesional, muy ligada a la rehabilitación y la restauración, la teja es un material con el que hemos intentado trabajar de una manera intensa y precisa a lo largo de muchos años, planteándonos cuestiones sobre su uso desde el proyecto y también a pie de obra. Esta familiaridad hace que busquemos usarla con cierta soltura también en la obra nueva. Probablemente todo ello explique el porqué de esta selección de obras nuestras en el Premio.
2. Centrémonos ahora en la obra ganadora de este año: “Vivienda en Brión”. Habéis elegido materiales de revestimiento locales, como la madera o la teja cerámica. ¿Por qué se decidió establecer este diálogo con la tipología tradicional de la zona?
La madera y la teja cerámica son materiales que forman parte de esa arquitectura, que es fruto de momentos en los que la disponibilidad energética era mucho menor que la actual. Además, tienen en común que eran materiales accesibles, que resolvían de una forma eficaz la construcción y eran fácilmente reparables. En el momento en el que vivimos, caracterizado por la incertidumbre y el inevitable descenso energético al que estamos abocados, creemos que estas cualidades les hacen cobrar vigencia como materiales a usar porque contribuyen a la recuperación de una relación intensa, sana y responsable con el entorno biofísico y cultural, condiciones que entendemos como esenciales para la arquitectura de nuestro tiempo.
El reto está precisamente en hacer arquitectura con materiales tradicionales con un lenguaje contemporáneo y adecuado a sus cualidades. Esta vivienda se basa en un sistema constructivo en madera que busca precisamente esto, basándose en una serie de buenas prácticas recogidas en diferentes tradiciones constructivas. En este contexto y lugar el uso de la teja era casi obligado.
3. El jurado destacó la “sencillez” y la “simplicidad” de las soluciones constructivas empleadas. ¿Son estas dos cualidades una máxima en vuestros proyectos?
La naturaleza de los encargos es siempre compleja si atiendes a las necesidades y deseos de los clientes y a los condicionantes topográficos, climáticos y culturales de tu realidad y la labor del arquitecto es tenerlas en cuenta y ser capaz de sintetizar una solución adecuada, que lo es porque resuelve más de un problema, porque ordena, relaciona distintas variables, es equilibrada, esencial, inteligible… Sí, desde ese punto de vista nos interesa la arquitectura capaz de dar respuestas sencillas a realidades complejas.
4. En esta obra, como en otras vuestras, hay un especial cuidado por la eficiencia energética. ¿Qué soluciones habéis adoptado para lograr que la vivienda tenga un consumo energético bajo?
La base está en que, a pesar de ser una vivienda de planta baja, la luz de la crujía hace que tenga una relación eficaz entre el volumen interior y la superficie de la envolvente. Al mismo tiempo la solución estructural permite resolver todo el aislamiento de forma continua, evitando cualquier interrupción del mismo. Todos los cerramientos exteriores se han resuelto con un alto grado de aislamiento, tanto por el espesor del mismo en las partes ciegas, como por el tipo de carpintería (de madera con triple vidrio y dos cámaras de gas argón) y por el cuidado en la resolución de su estanqueidad del mismo. Además, el sistema permite contar en cubierta con una cámara de aire adicional que contribuye a atemperar las condiciones del interior.
5. Habéis utilizado una cubierta inclinada a dos aguas con teja cerámica. Tanto desde el punto de vista estético como funcional, ¿qué aporta al proyecto arquitectónico y de interiorismo una cubierta de estas características, frente a las cubiertas planas?
En Galicia, es bien sabido, la lluvia es un elemento esencial de nuestro paisaje y nuestra cultura. La cubierta inclinada es sobre todo una solución eficaz para alejar lo antes posible el agua del edificio. Hoy en día, las cubiertas planas mediante el uso de láminas y sellantes, (en su mayoría derivados del petróleo) permiten asegurar la estanqueidad y una durabilidad adecuada. No obstante, podríamos decir que, desde un punto de vista fenomenológico, precisamente por esa relación con el clima exterior la cubierta inclinada intensifica la experiencia de la casa como abrigo y, espacialmente, la forma y el gradiente de alturas enriquece el interior. En este caso esta experiencia se ha llevado al extremo aprovechando los resquicios entre la propia estructura para disponer un altillo como parte de ese espacio poco convencional.
6. Habéis presentado otra obra al Premio de Teja en la categoría de ‘Obra Nueva’, la Casa Cachóns. Nos llama la atención la fachada de esta vivienda, en la que la teja desciende de la cubierta y cubre también la fachada. Este no es el uso habitual de la teja, pero cada vez nos encontramos con más proyectos que optan por esta solución. ¿Cómo ha sido la ejecución y el resultado?
La utilización de la teja también como revestimiento vertical fue un “reflejo” de la continuidad de la envolvente en las capas interiores, un “chubasquero” que completaba su alta eficiencia en términos de aislamiento y estanqueidad. El sistema constructivo que resuelve una cámara de aire continua con una subestructura formada por rastreles de madera permite además de utilizar la misma solución para cubierta y cerramientos verticales, poder utilizar la madera y la teja indistintamente como material de revestimiento. En este sentido la solución es sencilla. Lo que requirió más cuidado, un trabajo más artesanal, fue la resolución de los diferentes encuentros: esquinas en inglete entre piezas de teja, canalones interiores y remates de zinc y encuentros de los cerramientos de teja con los de madera.
7. Por último, también nos gustaría detenernos en la obra que presentasteis en la categoría ‘Rehabilitación’, Taberna en el barrio de San Pedro de Santiago de Compostela. Este inmueble, que era el más antiguo de la zona, se ha convertido en un nuevo centro sociocultural para los vecinos. ¿Creéis que existe un interés por recuperar espacios vecinales que se habían perdido en las ciudades?
Evidentemente hay interés desde una parte de la ciudadanía que, en el caso del casco histórico de Santiago, es muy consciente de los peligros de la enorme presión turística a la que está sometida la ciudad, porque ya están sufriendo sus consecuencias. Y ésta es una iniciativa privada, que no busca únicamente un rédito económico inmediato y por eso mismo no encaja dentro de los parámetros habituales que rigen el sistema, desconcierta y yo diría que hasta molesta a aquellos que quieren encorsetar las diferentes actividades. Sin pretenderlo, el uso, que es el de un espacio sociocultural abierto e informal, con una taberna en planta baja, lo ha convertido en una “bolsa de resistencia”.
Tenemos que reconocer que esa relación de la arquitectura con usos que no se basan en unas reglas estandarizadas o pautadas de antemano, nos atrae especialmente.
8. Para terminar, nos gustaría conocer vuestra opinión. ¿Qué tendencia creéis que existe actualmente respecto a la utilización de las cubiertas inclinadas de teja cerámica, tanto en obra nueva como en rehabilitación?
Por sus características mecánicas la madera es el material que mejor se adapta a la resolución de las estructuras de cubierta. Así que, como de alguna forma hemos avanzado, nosotros siempre que pensamos en teja lo hacemos también en cubiertas ligeras, con cámaras de aire muy ventiladas, resueltas con estructuras de madera que permiten incorporar una cantidad importante de aislamiento evitando los puentes térmicos y usando láminas transpirables que resuelven la estanqueidad al agua, al viento y al vapor de agua del interior. Es decir, cerramientos resueltos en seco, sanos y que pueden alcanzar una extraordinaria eficiencia.