Centro de Asistencia Primaria La Mina en Barcelona
El nuevo edificio del CAP La Mina forma parte del sistema de equipamientos públicos surgidos en los últimos años dentro del plan de transformación urbana y social del barrio de La Mina, uno de los más conflictivos de Barcelona. El edificio participa en la configuración de un nuevo centro urbano, condicionado por un entorno de tres calles de distinto carácter y una nueva plaza.
El edificio se compone de un zócalo y un cuerpo suspendido. El cuerpo suspendido está formado por la superposición de bandejas que se cierran mediante la alternancia de zonas opacas y un hueco tipo. Este hueco ha estado definido atentamente según una doble solicitud: el necesario carácter intimista del consultorio y la condición urbana de la fachada.
Con la plaza, el edificio se relaciona frontalmente mediante un cuerpo específico, que ajusta su volumen, escala y composición. La fachada a la plaza emerge en altura, mientras que en planta baja se hace permeable mediante el porche que acoge el acceso principal al CAP La Mina.
De otra manera se da respuesta a la Av. Fernández Márquez, con una fachada extendida y alargada, que deviene más compleja con la articulación de dos cuerpos compensados.
La irregularidad del solar se reconduce emergiendo un edificio de forma regular, bien integrado en la trama urbana, a la vez que atiende a una organización racional del programa sanitario, con unos espacios claros que dan repuesta a las diversas necesidades de las tres unidades que conviven en el edificio: Unidad de Atención Primaria, Unidad de Salud Mental, Unidad de atención a las drogodependencias.
El edificio se desarrolla en planta baja, cuatro plantas superiores y una planta sótano. Se ha tenido un especial cuidado con la jerarquía de cada una de las entradas, atendiendo al diverso carácter de las distintas unidades que conviven en el edificio.
El patrón organizativo y formal se muestra con claridad en las plantas superiores. Un cuerpo rectangular, organizado en tres crujías y un cuerpo próximo al cuadrado, que deriva en una forma en U con la aparición de un patio abierto.
En la articulación entre los dos cuerpos se dispone el vestíbulo, la escalera y los ascensores. También los aseos y las instalaciones. Todos los consultorios se disponen en fachada. Este esquema garantiza una organización clara y flexible.
Este patrón organizativo, permite a su vez la integración de unos espacios diversos, acordes con la distinta condición de los usuarios. En todos los espacios se ha buscado un ambiente confortable y amable cuidando el tratamiento de la luz natural y artificial así como el tono de los revestimientos.
Características constructivas y materiales de fachadas
Las fachadas se resuelven con dos tratamientos diferenciados: el zócalo de la planta baja y las plantas superiores.
El zócalo, debido a requerimientos de vandalismo y privacidad, se resuelve con muro de hormigón con textura de tablilla de madera y ventana rasgada superior.
En el resto del edificio, fachada de ladrillo cara vista, con cámara de aire, espuma de poliuretano y hoja interior de ladrillo perforado. Entre forjados y paños macizos cerámicos, hueco enmarcado en pieza de acero inoxidable como marco de celosía practicable de aluminio en el exterior y carpintería de aluminio lacado en el interior. En los cantos de forjados, pieza de piedra artificial blanca como encofrado perdido que resuelve el puente térmico.
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