Entrevista a Harquitectes, ganadores ex aequo del XIV Premio Arquitectura de Ladrillo
El XIV Premio de Arquitectura de Ladrillo tuvo tres ganadores ex aequo. En este Boletín os ofrecemos las entrevistas a los tres ganadores: AleaOlea, por la restauración de la iglesia vieja de Vilanova de la Barca (Lleida); Manuel Costoya, por el centro deportivo de Es Puig den Valls (Baleares); y HARQUITECTES, por la recuperación del edificio de Cristalerias Planell como Centro Cívico (Barcelona).
Foto: Ganador ex aequo XIV Premio de Arquitectura de Ladrillo
Arquitectos: Xavier Ros, Roger Tudó, Josep Ricart y David Lorente (HARQUITECTES)
Obra: Centro cívico Cristalerias Planell en Barcelona (España)
Los miembros del Jurado han valorado la naturalidad con la que se utiliza el ladrillo en la obra de Harquitectes y el aprovechamiento de todas sus virtudes como material constructivo, aportando al proyecto un sistema abierto en el que incluso se integran piezas de vidrio del mismo tamaño que la pieza cerámica.
HARQUITECTES es un estudio de arquitectura creado en el año 2000 y ubicado en Sabadell, Barcelona. Está dirigido por los cuatro socios arquitectos siguientes: David Lorente Ibáñez (Granollers, 1972), Josep Ricart Ulldemolins (Cerdanyola del Vallès, 1973), Xavier Ros Majó (Sabadell, 1972) y Roger Tudó Galí (Terrassa, 1973). Todos ellos licenciados entre los años 1998 y 2000 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura E.T.S.A. del Vallès, donde Josep y Roger dan clases de las asignaturas de Proyectos y Construcción. Xavier también es profesor de la asignatura de Proyectos en la E.T.S.A. de Barcelona.
Sus trabajos han recibido algunos reconocimientos y premios, tanto por obras construidas como en concursos de ideas, y han sido publicados en muchos medios nacionales e internacionales, han sido seleccionados para varias exposiciones y han sido invitados en conferencias en enventos de arquitectura de Europa y de América.
En este proyecto, se ha tratado de mantener viva la memoria de la antigua cristalería Planell, e inevitablemente de su emblemática fachada de ladrillo. ¿Cómo se ha logrado integrar la estética original en el nuevo uso cívico del edificio?
La presencia de la fachada patrimonial era una condición de concurso, por lo tanto, toda la estrategia arquitectónica se basó, por un lado, en encontrar compatibilidades entre fachada y programa, y por otro en amortizar los atributos del patrimonio en tanto que muro con inercia para mejorar el comportamiento del edificio. Ambas aproximaciones se pueden reconocer en el patio/atrio conformado entre la fachada original y la nueva estructura, como patio permite optimizar y aumentar la luz natural para un programa basado en aularios, así como refrescar el aire de ventilación en verano. Como atrio atempera el aire que renovará de forma natural los espacios interiores en invierno.
Es la segunda ocasión en la que ganáis el Premio de Arquitectura de Hispalyt. De hecho, el Jurado subrayó la naturalidad con la que utilizáis el ladrillo en vuestros proyectos. ¿Qué significado tiene para vosotros la elección de este material en vuestros trabajos?
Intentamos que las partes básicas del edificio, como son estructura y envolvente, generen, a partir de la naturaleza de los materiales y productos que la componen, todas las condiciones que definen las cualidades del espacio interior. El ladrillo tiene en su naturaleza atributos suficientes para comportarse como estructura a la vez que cerramiento, aportar inercia y su porosidad le permite regular la humedad del ambiente. En su condición de organización material, cuando no se esconde tras revestimientos, aporta a la atmosfera interior la memoria del proceso constructivo, como producto y como artesanía.
¿Cuál ha sido el aspecto más complejo de la obra, teniendo en cuenta tanto el proyecto como la ejecución?
El edificio propone un comportamiento con muy baja demanda energética, a partir de un comportamiento natural del edificio, así como el uso de energías renovables para la producción de clima. El gran reto fue asumir que, para mover el aire necesario para la salubridad e incluso el confort, lo haríamos sin el uso de ventiladores mecánicos. Hemos desarrollado y construido 4 chimeneas solares capaces de desplazar 15.000 m3/h en verano para renovar entre 9 y 11 veces el aire interior de los espacios de forma natural. Este aspecto del proyecto implicó ir de la conceptualización, basada en un comportamiento natural, a una investigación parametrizada para un diseño interdisciplinar preciso, el control de una producción industrial y su instalación y finalmente la necesaria monitorización para comprobar su rendimiento.
¿Qué otra obra con materiales cerámicos destacaríais dentro del trabajo de vuestro estudio? ¿Cuál fue el papel de los materiales cerámicos en ella?
Aunque la casa 1014 en Granollers nos dio mucha visibilidad y obtuvo igualmente el premio Hispalyt, destacaría la casa 712 en Gualba, una casa de presupuesto ajustado que nos “regaló” el descubrimiento de otros atributos del ladrillo estructural. El despacho estaba interesado en ese momento en la construcción vernácula basada en muros de carga, nos seducía su condición tipológica de espacios poco especializados que identificaban estructura con cerramiento, en la casa 712 a causa de las limitaciones económicas eliminamos del proceso casi todos los gremios excepto el de albañilería, descubriendo en el ladrillo estructural nuevos atributos que hemos incorporado desde entonces en nuestros proyectos...
¿Qué tendencia creéis que existe actualmente respecto a la utilización del ladrillo cara vista, tanto en obra nueva como en rehabilitación?
En los sistemas estructurales a compresión, donde las condiciones básicas del espacio interior se definen ya en la estructura; geometría, luz, ventilación, humedad, temperatura, incluso ornamento… toda esta en la naturaleza de la estructura, y el ladrillo es el producto más accesible en nuestro entorno para esta lógica arquitectónica-constructiva. Esa cualidad es la razón de ver cada vez más ladrillo sin revestir en proyectos de interior y rehabilitación.
¿Cómo creéis que podría mejorarse la presencia de los sistemas constructivos con ladrillo cara vista en las asignaturas de proyectos de las Escuelas de Arquitectura?
La enseñanza del proyecto de arquitectura no puede seguir basándose en la solución programática y la casuística tipológica, el objetivo no debe ser el edificio sino el usuario, debemos diseñar condiciones para la vida, no objetos con firma. Si entendemos este marco, entonces incorporaremos a la enseñanza de proyectos aproximaciones donde el confort, el comportamiento de los materiales o el aire, sean tan importantes como el programa y la geometría. En este entorno deben ser los alumnos quienes investiguen para decidir que materiales y productos son más adecuados para producir condiciones para la VIDA en sociedad, seguro que entonces aparecen por sus atributos (no por un programa académico) el ladrillo, la madera, la piedra o el hormigón, el acero, el policarbonato… Si nos mantenemos en una arquitectura del objeto, la línea y un poco de luz, sencillamente el alumno no incorpora ni sociedad ni comportamiento en el proceso, es así que no existe ladrillo, como no existe madera, piedra o hormigón en el proyecto de arquitectura de nuestras escuelas.