Innovarcilla estudia mezclas de arcilla con residuos
El Centro Tecnológico de la Cerámica (Innovarcilla), con sede en Bailén (Jaén), desarrolla un nuevo proyecto de investigación que estudia la mezcla de arcilla y residuos que permitan nuevas aplicaciones de la cerámica. El proyecto se centra en analizar mezclas de arcillas con recursos que existen actualmente y que disponen de escaso valor añadido, o que constituyen una problemática de gestión ambiental. De esta forma, el proyecto estudiará los componentes presentes en los aditivos a emplear y la posibilidad de obtener mejoras en las características de elementos constructivos de arcilla cocida procedentes de nuevas mezclas. Una vez determinadas las combinaciones más adecuadas, se definirán las condiciones en que las mismas alcanzan una óptima conformación de la pasta cerámica.
Desde el Departamento de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, se ha explicado que el objetivo de esta iniciativa es llevar a cabo desarrollos innovadores en el sector cerámico andaluz para que generen nuevos nichos de mercado para sus productos. De esta forma se trata de conseguir material cerámico más competitivo en calidad, prestaciones y precio, en campos de aplicación tradicionales.
José Alcalá, Presidente de la Asociación de Ceramistas de Bailén, considera que en la coyuntura actual, “las actuaciones a acometer por parte del sector de la cerámica estructural deben venir del lado del ingenio y la innovación, y ello no tiene por que significar soluciones muy costosas económicamente”. Para Alcalá, este proyecto es una magnífica propuesta para “estudiar la posibilidad de incorporar en nuestras industrias otros recursos cercanos no contemplados habitualmente hasta ahora, que pueden aportar mejoras en las propiedades de los productos que fabricamos, además cuando los materiales tratados suponen, para otros sectores industriales, un residuo con problemática medioambiental asociada y coste económico para su gestión”.
Los aditivos que se estudiarán durante el proyecto serán sobre todo materiales con poco valor económico a causa de su poca aplicabilidad industrial, o incluso con dificultades en su gestión medioambiental. La naturaleza de los residuos analizados es muy variada y abarca campos como el sector de la piedra natural, plásticos y derivados, residuos de la industria de la madera, textiles, o residuos de almazaras, entre otros.
Actuaciones ingeniosas como está, según añade José Alcalá, “crean en la sociedad una percepción de pro-actividad en nuestro sector y de una rápida capacidad de adaptación, no solo con respecto a las nuevas tendencias constructivas y normativas, sino también respecto a las nuevas necesidades sociales”.
El presidente de los ceramistas de Bailén señala también que cualquiera de estas estrategias de innovación debe “facilitar algunos de los siguientes aspectos: exclusividad en lo que fabricamos aportando nuevas propiedades y usos a los mismos, crear la necesidad en el cliente final de consumir nuestro producto, que el precio final del mismo pueda ser marcado, no por su valor de coste productivo, sino por el que el mercado esté dispuesto a pagar por él y por último el establecer en la empresa un servicio integral que, acompañando y arropando a los productos fabricados, propicie una percepción de confianza y fidelidad en nuestros clientes, tanto en los directos como en los indirectos”.
Carácter ecológico
El proyecto destaca su carácter ecológico al tratar de usar residuos que constituyen un problema medioambiental y que pueden ser reciclados en los productos cerámicos. Asimismo, con parte de los residuos empleados se conseguiría una disminución en el consumo energético por parte de las empresas cerámicas, lo cual sería importante tanto desde el punto de vista medioambiental como para obtener un mayor ahorro energético por parte de estas industrias.
El proyecto planteado y ejecutado por Innovarcilla ofrece posibilidades muy enriquecedoras, en opinión de José Alcalá, como por ejemplo desde el punto de vista social y medioambiental. Para Alcalá, “se propicia que el sector pueda ser considerado industrial y, globalmente, como una pieza clave en la sostenibilidad de nuestro entorno más cercano. Así, las fábricas podrían actuar como agentes valorizadores de ciertos residuos compatibles con nuestros procesos productivos y que actualmente son de difícil gestión medioambiental”.
Otras cuestiones de interés, que añade el director de la Asociación de Ceramistas de Bailén, es que "el proyecto podría aportar a nuestras fábricas una apreciable reducción en los costes energéticos, aspecto que después de los continuos ascensos en los precios de los combustibles que utilizamos, y según las perspectivas, podría resultar como un respiro revitalizador".
Como último y más importante aspecto, manifiesta Alcalá, “este estudio podría ofrecer posibles mejoras en las propiedades de los materiales fabricados e incluso nuevas características que permitieran definir nuevas formas, usos y aplicaciones”.
El proyecto, que comenzó a funcionar a finales del pasado año, cuenta con la colaboración de varios grupos de investigación de la Universidad de Jaén, entre ellos el Departamento de Geología. Además, para la recopilación y tratamiento de los distintos residuos, Innovarcilla trabaja con distintos Centros Tecnológicos de Andalucía, como el Centro Tecnológico Andaluz de la Piedra (CTAP) y el Centro Tecnológico del Plástico (Andaltec).