Entrevista a Josep Ramón Fontana, delegado de Euroconstruct en España y responsable de Prospectiva del Instituto de Tecnología de la Construcción (ITeC)

“Se ha crecido mucho y deprisa y no debe de extrañarnos que nuestro grado de vulnerabilidad sea mayor que el de otros países”

Euroconstruct es un grupo independiente de investigación especializado en la prospectiva del sector de la construcción en Europa. Su labor se centra en llevar a cabo el seguimiento y las previsiones de los mercados de la construcción de diecinueve países europeos a través de una red de institutos. En España, la representación de este órgano corresponde al ITeC (Instituto de Tecnología de la Construcción). Josep Ramón Fontana es responsable de Prospectiva de este ente y delegado nacional de Euroconstruct. En esta entrevista nos muestra su visión sobre la situación actual del sector y qué pronostican los indicadores.

La conferencia Euroconstruct de invierno en Viena ha sido la primera oportunidad para valorar el impacto de la crisis hipotecaria. Se revisó a la baja la previsión global para las economías de los países de la red. ¿Cree que estamos asistiendo al final del ciclo alcista en el sector de la construcción residencial? ¿Cuál sería la situación actual y la diferencia con el resto de miembros de Euroconstruct?
En 2007, prácticamente en toda Europa, se ha acabado un período de bonanza para los mercados de vivienda de nueva planta. Esta fase se inició en el 2003, y desde hace tiempo existía un consenso bastante generalizado, en la mayoría de países, de que el ciclo cambiaría a partir del 2006. Lo que no se esperaba es que este final anunciado fuese a coincidir con una crisis financiera de semejante escala. La concurrencia de las dos circunstancias está convirtiendo el cambio de ciclo en algo bastante más abrupto de lo que se había previsto, puesto que la construcción residencial está pasando de una atmósfera boyante a una de crisis prácticamente sin fase de transición. La situación de España no difiere demasiado de la del resto de sus socios europeos. La diferencia radica en que España es el país donde el “boom” de la vivienda ha sido más intenso y ha tenido una mayor duración, además de sustentarse en una demanda a menudo cuestionable por el exceso de componente especulativo. Se ha crecido mucho y deprisa y, por tanto, no nos debe de extrañar que nuestro grado de vulnerabilidad sea por ello mayor que el de otros países.

¿Cuáles son las perspectivas de evolución del sector residencial a corto y medio plazo?
A escala europea, en las últimas previsiones realizadas hasta 2010 predominan los signos negativos. El peor momento parece concentrarse en 2008, para el que se espera un descenso de actividad de entre el -3% y el -4% en vivienda de nueva planta. En España, el retroceso en 2008 va encaminado a doblar ese promedio europeo, pero se teme que el impacto negativo pueda acusarse aún más en 2009. El razonamiento es que durante 2008 el sector residencial español todavía estará ocupado ejecutando buena parte de los proyectos visados durante el primer semestre del 2007, momento en el cual aún se estaba promoviendo a buen ritmo, principalmente para aprovechar el último período transitorio previo a la aplicación íntegra del nuevo Código Técnico de la Edificación. Una vez agotada la inercia que ha provocado esta última gran bolsa de proyectos de vivienda, el panorama en términos de actividad no puede sino empeorar porque, como todos sabemos, los ritmos de visado que anticipan el potencial de nuevos inicios de vivienda han descendido hasta unos niveles que no se veían desde el 2001. Podemos consolarnos pensando que los ritmos del 2000-2001 son relativamente altos para lo que el país estaba acostumbrado a construir durante la década de los noventa, pero aún así el cambio de ritmo continúa siendo traumático para el sector.

¿Esta recesión va a circunscribirs