Entrevista a Luís Maldonado, director de ETSAM

Doctor Arquitecto, Catedrático del Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónicas de la Universidad Politécnica de Madrid. Actualmente es el Director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM).

Es miembro de diversas organizaciones relacionadas directamente con la protección y restauración del patrimonio arquitectónico entre las que cabe destacar ICOMOS-UNESCO, PROTERRA-CYTED y CIAT-UPM.

Ha sido profesor invitado en varias universidades destacando las siguientes; Universidad de Roma Tre en Roma (Italia), Fakultet Gradevinarstva, Arhitekture i Geodezije en Split (Croacia), Pontificia Universidad Católica del Perú en Lima (Perú), Universitatea de Arhitectura si Urbanism “Ion Mincu” en Bucarest (Rumanía), Universidad de Chile en Santiago (Chile), Universidad del Rosario en Santa Fe (Argentina), Universidad de la Habana (Cuba), Universitá Degli Studi di Napoli “Federico II” (Italia)

Además de numerosos artículos en revistas especializadas y en actas de congresos sobre temas de patrimonio, tiene publicados, en colaboración con diversos especialistas, los siguientes libros: De Arquitectura a Arqueología, Diccionario tradicional de construcción con tierra, Los estudios preliminares en la restauración del patrimonio arquitectónico y el ensayo de interpretación del patrimonio vernáculo Arquitectura popular de Lanzarote.

Es autor también de una serie de libros sobre patología e intervención arquitectónicas, entre los que destacan Arquitectura construida con tierra en la Comunidad de Madrid, Patología y técnicas de intervención en estructuras arquitectónicas, y Manual de inspección técnica de edificios.

Actualmente es miembro del Comité Asesor del cluster de Patrimonio del Campus de Excelencia Internacional Moncloa (UPM-UCM)

Es evidente que la situación del sector de la construcción está pasando por una de sus peores épocas por el número de proyectos iniciados. Sin embargo estamos seguros de que esto no significa que la Arquitectura esté en crisis. ¿Cómo cree que debe abordarse la situación económica desde la Arquitectura?
La arquitectura no está en crisis, y la prueba es que este año hemos subido la nota de corte. La nota de acceso para acceder a estudiar arquitectura. Es decir que hay más demanda. Cerca de 1800 alumnos piden entrar en la Escuela de Arquitectura de la Politécnica y el número de plazas es de 400. Por tanto quiere decir que la Arquitectura sigue siendo una materia y una disciplina profesional muy atractiva para los alumnos.

Yo creo que más que la crisis, el cambio al que se está sometiendo la economía hay que afrontarlo con dos aspectos claros. Uno, que la profesión de Arquitecto ya es global, es decir que su ámbito de trabajo no es solo de España ni Europa, si no que es el mundo entero, y otro que es un ámbito colectivo. Hemos pasado de una formación y un trabajo individual del arquitecto, a un trabajo en equipo, con lo cual el campo de trabajo es mucho más abierto.

La Arquitectura ¿Debe continuar siendo una disciplina muy entroncada con el arte, o debe intentar amoldarse a estas limitaciones económicas y adaptarse más a la realidad en la concepción de los proyectos?
El modelo ideal es el del arquitecto español, que tiene una parte creativa, entroncada no solo con el arte, si no con la sensibilidad y las habilidades proyectuales y otra parte tecnológica que, en Europa, la suelen tener los ingenieros. El modelo español de arquitecto une las dos partes, por lo tanto es un profesional versátil y que puede adaptarse a las nuevas exigencias del mercado laboral. Prueba de ello s que en Europa está muy demandado el arquitecto español.

¿Se puede decir que este es el gran momento para la imaginación?
Sí. En las universidades es el momento de tener sueños y en la profesión es el momento de construir estos sueños.

Como director de una Escuela con tanta proyección como es la ETSAM-UPM ¿Cómo está influyendo en los alumnos de la Escuela la situación del sector de la Construcción, en cuanto pueden ver más complicado su futuro laboral? ¿Se vive con optimismo el momento de aparente inicio de la reactivación económica en nuestro país?
Los estudiantes viven con optimismo su formación. Yo suelo preguntar a veces a los grupos de estudiantes que están trabajando de dónde vienen, de qué curso son y si se arrepienten de haberse matriculado en la Escuela. Todos ellos dicen que no. Que es muy exigente pero que disfrutan, que trabajan en equipo, con lo que disfrutan no sólo del trabajo sino de los compañeros y no ven el ejercicio profesional como algo lejano o imposible. La verdad es que ahora los estudiantes piensan más en su formación que en su actividad laboral.

¿Qué destacaría del Plan Bolonia en relación con los contenidos docentes? ¿Mejora la calidad de la formación o modifica la forma de abordar estos contenidos?
La formación del arquitecto siempre está en evolución. Es decir cada 10 años hay un plan de estudios, lo cual es bueno porque nos obliga cada 10 años a replantearnos lo que tenemos que enseñar y cómo hay que aprenderlo.

Bolonia para mi tiene una ventaja clara, y es que marca fases. Marca Grado, Máster y Doctorado. Y además tiene un sistema de medida de la formación que ya no se centra en el profesor sino en el alumno: los créditos europeos. De forma que tanto las fases como el sistema de medida de la carga docente permite la movilidad de los alumnos por toda Europa. Para mí esa es la mayor ventaja. La formación es muy parecida a los planes antiguos.

La ETSAM-UPM es el centro donde se ubica el Aula Cerámica Hispalyt desde hace más de 10 años. Como sabe el Aula Cerámica promueve un concurso dirigido a estudiantes de últimos cursos y recientes arquitectos, con propuestas de proyectos con diferentes materiales cerámicos. El pasado mes de se ha fallado la X Edición del Concurso que contempla un proyecto con Cubierta Cerámica. Desde su experiencia como docente, ¿Cree que estos concursos ayudan a los estudiantes en su labor creativa? Qué destacaría como su aportación más importante de cara a los alumnos?
La actividad que realizan las Aulas o las Cátedras Universidad-Empresa, como la del Aula Cerámica de Hispalyt, son fundamentales para los estudiantes, porque vienen a cubrir algo difícil desde el mundo académico solo, que es la relación con el mundo empresarial y ese paso de la formación a la profesión, y los concursos son un buen ejercicio.

La universidad está muy agradecida a este tipo de actividades y a las empresas como Hispalyt, que en este caso a través del Aula Cerámica, colaboran en la formación de los futuros profesionales. Yo creo que son actividades muy importantes en la formación del alumno. Primero porque le permiten poner en práctica contenidos, capacidades y destrezas que han ido adquiriendo y además le permiten también desarrollar unas habilidades transversales muy necesarias para su actividad profesional.

Y en cuanto a los materiales ¿Qué aceptación tienen los materiales cerámicos entre los alumnos?
Bueno, yo es que creo que la cerámica está ahora en “revolución”, no en evolución. Ya hasta los chalecos salvavidas son de cerámica, los revestimientos de las naves espaciales son de cerámica, entonces está en una evolución constante. Como suele ocurrir con otro tipo de materiales que ha pasado en otras épocas, primero se desarrollan en otros ámbitos y al final llegan a la construcción y yo creo que ese es el proceso en el que está la cerámica. Es decir, estos nuevos usos y nuevos materiales que se han desarrollado por ejemplo en la aeronáutica, están ahora aplicándose a la arquitectura, a la edificación, y por tanto son materiales muy atractivos para personas creativas como son los estudiantes de arquitectura.

¿Se promueve a partir de los contenidos docentes el empleo de este tipo de materiales?
En general se promueve el empleo de todos los materiales adecuados para la construcción, pero sobre todo se intenta que sea el alumno el que experimente con materiales tradicionales y les de una nueva aplicación.

En ese sentido si, hay asignaturas tanto la de Proyectos como la de Construcción y Tecnología en las que su misión es estimular al alumno y que desarrolle una capacidad no solo de aprender los sistemas tradicionales, sino de innovar y probar nuevas soluciones.