Entrevista a los ganadores de la IX edición del Concurso Aula Cerámica Hispalyt

Gonzalo Ampudia (Burgos, 1985), Germán Goldschmidt (Fabero, 1985) y Juan Pardellas (Gijón, 1985) son arquitectos por la ETSA de Valladolid desde 2013 y actualmente desarrollan su actividad profesional en Basilea, Innsbruck y Burgos respectivamente.

En los últimos años han participado en numerosos concursos obteniendo, entre otros, los siguientes galardones: Segundo Premio en el VII Concurso Aula Cerámica Hisplayt 2013, Primer Premio Ibérico en el Concurso de Soluciones Constructivas Pladur (2006 y 2011), Tercer Premio en el III Concurso Cátedra Madera 2009 y Mención Honorífica Concurso para la Rehabilitación Mercado de Abastos de Roquetas de Mar 2014.

 

¿Qué representa  para  vosotros como equipo haber sido los ganadores de la IX edición del Concurso Aula Cerámica Hispalyt?
En primer lugar, evidentemente, lo sentimos como un reconocimiento a todo el trabajo realizado durante semanas que se materializó en la propuesta que presentamos al concurso. Por otra parte entendemos que el premio, en relación al proyecto en sí mismo y aunque pueda parecer contradictorio, tiene algo de celebración y a la vez de rito funerario. Nos gusta pensar en el premio como una especie de exequias que ayudarán al proyecto a asumir el paso del tiempo con un poco más de dignidad.

Para alguno de vosotros, no es la primera vez que participáis en este concurso. Nos gustaría conocer, de primera mano, cuales son los principales motivos de considerar positiva esta participación, dejando a un lado el aspecto económico.
Para nosotros, desde que éramos estudiantes el concurso de Hispalyt así como otros concursos que hemos realizado se presentaban como una oportunidad para poder hacer un proyecto de arquitectura. En el caso concreto de Hispalyt, los enunciados siempre son muy sugerentes, y el jurado, compuesto por arquitectos cuya obra construida y posicionamiento teórico conocemos y respetamos profundamente, dota al concurso de un valor absoluto mucho mayor. Por otra parte, que tenemos en muy alta estima la labor que realiza Hispalyt en favor de la arquitectura, ya sea a través del Premio de Ladrillo o del Concurso Aula Cerámica, por lo que siempre es un placer poder participar de todo ello.

El concurso planteaba la realización de un pabellón de acceso y el cerramiento de la cripta de la colonia Güell de Gaudí. ¿Nos podrías decir brevemente en qué consistió vuestra propuesta?
Utilizamos para presentar la memoria una cita del evangelio de San Lucas que creíamos que describía de una manera bastante certera nuestra aproximación al proyecto: “En verdad os digo, que si estos callan, las misma piedras darán voces”. El proyecto tiene cierto carácter ritual, una especie de ablución simbólica, de preparación para lo que viene después, que es realmente lo importante.

¿Cómo influye enfrentarse a un proyecto a partir de una obra  tan emblemática como es la Colonia Güell, reconocida como “Patrimonio de la humanidad” por la UNESCO”?
Esa ha sido una de las cuestiones más delicadas del proyecto. Quizás sea en sí misma la naturaleza radical del mismo, añadiéndole, evidentemente, el entorno en el que se ubica, tanto desde el punto de vista material como social. Nos gusta pensar que todo esto forma parte de una conversación que se empezó hace mucho tiempo, y que ha seguido vigente con el paso del tiempo, con unos u otros interlocutores, con el tono de voz en ocasiones más elevado que otras. Nosotros nos preguntábamos si sería posible decir cosas o participar de esta conversación guardando silencio.

¿Conocíais la obra con anterioridad?
Sí. El proyecto nos ha permitido acercarnos un poco más exhaustivamente a la obra de Gaudí y a él como arquitecto y persona. No hay que olvidar que desde el mundo académico y teórico Gaudí ha sido una rara avis, quizás por lo excéntrico de su posicionamiento en relación a los postulados del movimiento moderno, como le sucedió también a J.M. Jujol. A pesar de que actualmente Gaudí es uno de los arquitectos más conocidos en la sociedad, creemos que su obra es bastante compleja y difícil de comprender. A nosotros nos interesa especialmente el carácter de “baumeister” del arquitecto catalán y su vigor y alegría a la hora de ir hacia delante en la vida. 

Mantener el espíritu de la Colonia Güell  y su entorno ¿Ha sido primordial para el desarrollo de vuestro proyecto?
No nos preocupó especialmente mantener el espíritu de la Colonia Güell. En realidad, tenemos serias dudas sobre si existe realmente.

¿En cuanto a la propuesta planteada en el concurso, que aspecto técnico de la misma es el que os ha parecido más atractivo y os ha movido a participar?
A pesar de que a priori la propuesta debería de ser una especulación con cierto carácter teórico, para nosotros llego un momento en que dejó de serlo. Tras analizar detalladamente el programa del concurso nos dimos cuenta de que allí existe una necesidad real que había que resolver. La gestión de la venta de entradas así como el cerramiento de la Cripta actualmente no están bien resueltas, por lo que todo nuestro esfuerzo se dirigió a realizar una propuesta lo más viable posible, tanto desde el punto de vista arquitectónico como técnico y económico.

¿Qué aspecto os ha resultado más complejo de desarrollar?
Creemos que todos los aspectos de un proyecto tienen la misma importancia y por lo tanto la misma complejidad a la hora de resolverlos. De todas formas, quizás el cerramiento de la Cripta era la parte más delicada de resolver, sobre todo teniendo en cuenta el impacto que podía tener en el entorno en el que se ubicaba.

¿Qué os ha preocupado más el aspecto técnico o el resultado final a nivel estético al plantearos la resolución del proyecto?
No nos ha preocupado en absoluto el resultado final desde un punto de vista estético. Han sido las cuestiones éticas y técnicas las que más hemos tenido en cuenta a la hora de resolver el proyecto, sobre todo entendiendo el momento en el que vivimos y la viabilidad real para llegar a construir la propuesta. Desde el principio adquirimos un compromiso real con el proyecto, asumiendo que su finalidad era llegar a construirse.

¿Pensáis que los materiales cerámicos se utilizan habitualmente en las propuestas de los alumnos de arquitectura en las asignaturas de proyectos? Y si no es así ¿a qué creéis que se debe?
No sabemos con certeza si se utilizan habitualmente o no en el ámbito académico. De no ser así, quizás sea por una suerte de descuido involuntario... En nuestra opinión, la mayor parte de los grandes arquitectos del siglo pasado han realizado algunas de sus más bellas obras con materiales cerámicos: Lewerentz, Aalto, Kahn, Wright, Mies, Le Corbusier, Utzon, Sota, Miralles…

El concurso proponía la utilización de Ladrillo Cara Vista ¿Qué dificultades y que ventajas habéis encontrado al proyectar con este tipo de materiales?
No hemos encontrado ninguna ventaja o dificultad en particular. Realmente no estamos muy seguros de si tiene mucho sentido definir a priori, de forma irrevocable, la naturaleza material de un proyecto que no sabes cómo va a ser.

Por último, ¿cómo se vive entre los estudiantes de arquitectura o jóvenes arquitectos como vosotros el momento actual en el que la construcción está sufriendo con especial intensidad la crisis actual?
Con un cúmulo de sensaciones, pensamientos, incertidumbres...y claro, con la inevitable obligación de exiliarse o no poder ganarse la vida dignamente con nuestro trabajo. Nos gusta recordar las palabras de Miguel Fisac cuando se refería al boom de la construcción de los años sesenta en nuestro país como los “años de remordimiento español”. Creemos que la situación actual es fruto de una realidad muy compleja que viene de atrás. Da la sensación de que nuestra generación está pagando las consecuencias de todas las irresponsabilidades que se han cometido en los últimos años. No tenemos muy claro hasta que punto debemos de asumir toda esa responsabilidad…Teniendo tan presentes los errores pasados, nosotros estamos en la obligación de no olvidar el compromiso que se le supone a un arquitecto con la disciplina y la sociedad.