GANADORES DEL V CONCURSO DE LA CÁTEDRA HISPALYT “CERÁMICA PARA CONSTRUIR”
El Jurado del V Concurso Cátedra Hispalyt “Cerámica para Construir”, que estuvo compuesto por José Ignacio Linazasoro, director de la Cátedra, los representantes de la Cátedra Julio Grijalba, José Antonio Martínez Lapeña, Manuel Portaceli y Juan Luis Trillo; Enrique Sanz, director editorial de Conarquitectura Ediciones y subdirector de la Cátedra Hispalyt, y José Félix Ortiz, presidente de Hispalyt, se reunió el pasado 2 de julio en la sede de la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt) en Madrid para decidir el fallo del Concurso.
Los miembros del Jurado valoraron los sesenta y seis proyectos presentados, otorgando los siguientes premios:
Primer Premio (6.000 € y diploma acreditativo): José Francisco Carsí, Juan José Cubí, Ignacio Cuena y Jesús Utrillas. El jurado valoró en este proyecto como muy acertada la resolución de todos los usos previstos en el programa con un solo volumen construido sin caer en el abuso de una excesiva proliferación de elementos que colmaten los espacios libres de la plaza, así como que la construcción planteada sea elemental y que la propuesta en su conjunto sea verosímil.
Segundo Premio (3.000 € y diploma acreditativo): César Córdoba, Nuria Espina y Xavier Pujol. El jurado destacó la sección longitudinal que logra resolver y articular todas las situaciones funcionales de la plaza. Incluso las nuevas que se proponen, son coherentes con el conjunto. La conexión de la plaza con el nivel del paseo superior también se ha valorado positivamente en cuanto a su integración y resolución formal.
Primera Mención (1.000 € y diploma acreditativo): Dalia Butvidaite y Leonard Steidle. En esta propuesta se ha valorado el planteamiento general por el que se ha buscado la continuidad de la plaza con el entorno más cercano, centrándose más en la resolución de unos espacios interesantes que además respetan la relación con otros edificios, y no tanto en las distribuciones de los núcleos construidos.
Segunda Mención (1.000 € y diploma acreditativo): Marcos Cortés. Se ha valorado en este proyecto la adecuación de la escala de la intervención y el encuentro con la ladera al norte de la plaza. La reducción de elementos construidos favorece el entendimiento del espacio público, que por otro lado, no se segrega más que con una diferencia de textura entre recorridos peatonales y rodados.
Tercera Mención (1.000 € y diploma acreditativo): Roberto López y Valeriano Lorenzo. El carácter enigmático y elemental del proyecto, mediante una decisión clara y concisa (la conexión de la ladera con la plaza con un edificio en rampa) evoca decisiones radicales del movimiento moderno, aunque no se han profundizado en la resolución constructiva ni en la relación del edificio con los espacios y edificios colindantes.
Como viene siendo habitual, se editará una publicación con los proyectos ganadores junto con una selección del resto de proyectos presentados.
Diseño de una plaza junto a la estación de tren de Santander
La Cátedra Hispalyt “Cerámica para Construir” es una cátedra universitaria promovida por Hispalyt (Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida) a través de un convenio de colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid que tiene como objetivo fomentar actividades e iniciativas docentes que sirvan para fortalecer la presencia de los materiales cerámicos a nivel de proyecto. La Cátedra Hispalyt, que se creó en el año 2006, ha sido responsable de promover un concurso que en las cuatro ediciones anteriores definieron un centro de interpretación del ladrillo en Sevilla, un pabellón en la Bienal de Venecia, una torre mirador en Toledo y un Hamman en Egipto.
En la presente edición del concurso, la Cátedra Hispalyt en colaboración con la London Metropolitan University, la KTH Architecture and the Built Environment of Stockholm, la Facoltá di Architettura di Napoli, la Facoltá di Architettura di Venezia y la Escuela de Arquitectura de Oporto, propuso el diseño de una plaza junto a la estación de tren de Santander, incluyendo una pequeña construcción para facilitar la parada de autobuses además de un pequeño equipamiento de cafetería. El edificio debía ser realizado con ladrillo como material principal, buscando la integración con la propuesta de ordenación del conjunto de la plaza para la que también debían emplearse materiales cerámicos.
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