El 19 de enero es el Día Internacional de la Nieve, una fecha marcada en el calendario con el fin de promover su disfrute (deportes de invierno, salidas a la naturaleza...), recordar su importancia para el medio ambiente y concienciar sobre su naturaleza y peligros.
En España, el calentamiento global está retrasando la aparición de las nevadas y en algunos entornos urbanos ha pasado de ser un episodio habitual a una anécdota, no por ello exenta de complicaciones: resbalones, caídas, problemas en los desplazamientos en carretera y en nuestros tejados. Sí, porque es allí donde más se acumula y donde mayor daño puede hacer. Por eso, es necesario preparar nuestras cubiertas para la llegada del frío.
¿Qué problemas deberá enfrentar nuestra cubierta con la llegada de la nieve?
El primero y más obvio es el de la acumulación de nieve sobre la cubierta, que puede dar lugar a la aparición de goteras y humedades en el interior de las viviendas si la nieve no se ha evacuado cuando se descongela.
En este sentido, la cubierta inclinada es nuestra gran aliada en tiempos de nieve. Su inclinación evita la acumulación de la misma, además de favorecer su evacuación ya sea en forma sólida, de granizo o de agua.
Por otra parte, hay elementos auxiliares como los ganchos de retención de nieve que favorecen la seguridad y reducen el riesgo de desprendimiento de nieve descontrolado en bloque.
En tiempos de frío hay que asegurarse que los materiales de la cubierta expuestos a condiciones tan severas sean resistentes a la helada, para ello es tan importante la calidad del material como su adecuada colocación. En zonas con una altitud superior a los 700 metros es obligatorio emplear tejas cerámicas clasificadas en el nivel 1 (≥ 150 ciclos) de resistencia a la helada según la norma UNE EN 539-2, en cuanto a su colocación la fijación de la teja cerámica será en seco permitiendo la microventilación bajo las tejas.
Es muy importante realizar una buena elección de los materiales de construcción empleados en el tejado y de su colocación, sobre todo en zonas donde el frío y la nieve sean habituales. Los materiales cerámicos resistentes a la helada pueden ser nuestros grandes aliados.
¿Cómo preparo la cubierta?
A la hora de preparar nuestras cubiertas para hacer frente a las primeras nieves del invierno debemos tener en cuenta varios aspectos:
- Revisar el estado de nuestras cubiertas, reparando aquellos elementos que se hayan deteriorado con el uso y el paso del tiempo. El objetivo es evitar sustos a posteriori, así como reparaciones más costosas. En este caso, no sólo atenderemos a las tejas, también a aquellos elementos que componen la cubierta y que podrían presentar algún problema.
- Limpiar el tejado de hojas, ramas o barro. De esta manera despejaremos las vías de evacuación del agua, previniendo la aparición de goteras o manchas de humedad.
- Prestar especial atención al aislamiento y la impermeabilización, reparando aquellos desperfectos que hayamos detectado.
- Y por supuesto, debemos de contar siempre con profesionales que conozcan bien su trabajo y nos garanticen la correcta instalación de las soluciones para nuestras cubiertas. Un sistema o producto excepcional puede perder gran parte de sus propiedades por una manipulación deficiente.
Siguiendo estos pequeños consejos disfrutarás de todo el confort y seguridad que ofrece una cubierta durante muchos años.