En la actualidad, la sostenibilidad se ha convertido en un tema crucial en todos los ámbitos de nuestras vidas, incluyendo la construcción. A medida que buscamos reducir nuestro impacto ambiental y construir de manera más consciente, es importante considerar los materiales que utilizamos en nuestros proyectos. La teja cerámica destaca como una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente en el mundo de la construcción.
Casa Queta de Concha Uría Arquitecto. Certificada Passivhaus y VERDE. Foto: Tania Crespo
En este artículo, te contamos cómo la teja cerámica aborda los principios de sostenibilidad y por qué es una elección responsable. La teja cerámica se fabrica a partir de arcilla, un recurso natural, renovable y abundante en la tierra. La extracción de arcilla es un proceso sostenible, ya que se realiza en canteras controladas y reguladas, minimizando el impacto ambiental. Además, la arcilla utilizada para fabricar tejas cerámicas es un recurso renovable, pues se puede extraer y utilizar de manera continua sin agotarse.
En términos de fabricación, los fabricantes de tejas han realizado una gran inversión para conseguir una reducción del consumo de energía y de las emisiones, creando un proceso productivo energéticamente más eficiente y contribuyendo al ahorro energético y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
En relación con la eficiencia energética de los edificios, las cubiertas ventiladas de teja cerámica presentan una elevada inercia térmica y contribuyen al aislamiento térmico de la envolvente del edificio. Por ello, son soluciones constructivas óptimas para el diseño de Edificios de Energía de consumo Casi Nulo (EECN) y su uso es habitual desde hace tiempo en obras que cumplen con los estándares medioambientales más exigentes, como Passivhaus o los sellos BREEAM, LEED y VERDE.
Las cubiertas cerámicas dan lugar a envolventes con un excelente nivel de protección frente a los fenómenos meteorológicos como viento, lluvia, o nieve. Su robustez y estanqueidad garantizan el confort y la seguridad de los usuarios en condiciones climáticas adversas.
Las cubiertas de teja cerámica minimizan los ruidos por impacto de la lluvia y evitan los ruidos por las contracciones y dilataciones que se generan en otros tipos de cubierta.
También tienen un excelente comportamiento frente a la humedad, ya que, por un lado, su porosidad les permite absorber la humedad del aire cuando la humedad relativa es alta y liberarla cuando el aire interior se vuelve más seco, y por otro lado, la presencia de agua no altera sus propiedades.
Además, no emiten ni compuestos orgánicos volátiles (C.O.V.), ni gas radón, ni otras sustancias tóxicas a la atmósfera interior del edificio. Por ello, son el producto perfecto para que la vivienda goce de una calidad del aire interior saludable.
Si hay una característica de los materiales cerámicos que destaca por encima de todas es su gran durabilidad. Un edificio construido con cubiertas de teja tiene una vida útil que supera los 150 años sin apenas mantenimiento, una cifra muy superior a la del resto de productos de la construcción. Esta larga vida útil se traduce en un ahorro económico para los propietarios de las viviendas en concepto de renovación y/o de mantenimiento.
A pesar de la larga vida de los edificios construidos con productos cerámicos, a veces dichos edificios se demuelen antes del final de su vida útil. Cuando esto ocurre, los productos cerámicos vistos, como ladrillo cara vista, teja y adoquín, pueden recuperarse y reutilizarse.
La Lista Europea de Residuos (LER) clasifica a los residuos de construcción y demolición cerámicos como inertes y no peligrosos, por lo que son altamente reciclables, en diferentes usos como: material de relleno y estabilización de carreteras, áridos para hormigón y morteros, tierra batida en pistas de tenis, substrato de plantas o elemento de cubrición para agricultura.
Como los productos cerámicos son inertes y no alteran la calidad del agua, permiten el aprovechamiento del agua de lluvia. Así, en las cubiertas de teja se pueden emplear sistemas de drenaje para recogerla y almacenarla para su posterior uso.
En conclusión, la teja cerámica se destaca como una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente en la construcción. Su fabricación a partir de arcilla, un recurso renovable, junto con su bajo consumo energético, durabilidad, capacidad de promover la eficiencia energética y reciclabilidad, la convierten en una elección responsable desde el punto de vista ambiental. Al optar por tejas cerámicas en nuestros proyectos de construcción, estamos contribuyendo a la sostenibilidad y construyendo un futuro más consciente con el medio ambiente.
“El Tejado, de Tejas”
El Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana continúa desarrollando junto a Hispalyt la campaña “El Tejado, de Tejas”, en la que reivindica las prestaciones y ventajas de este material para la construcción y rehabilitación de cubiertas, contribuyendo a la reducción del consumo energético, el incremento del confort y la seguridad y multiplicando las posibilidades de diseño para cualquier edificio o vivienda.
Para más información visita: https://tejadodetejas.es