El aislamiento térmico se ha convertido hoy en día en una necesidad de primer orden para reducir la huella de carbono, mejorar el confort y conseguir la deseada eficiencia energética. Las ayudas europeas bajo el paraguas de los fondos Next Generation contemplan una partida muy importante para la rehabilitación de edificios con ayudas de diversa cuantía si se consigue un ahorro energético de origen no renovable de, al menos, un 30%.
Las cubiertas mal diseñadas son el elemento del edificio o la vivienda que más se deteriora con las inclemencias y el paso del tiempo, produciendo más del 30% de la pérdida de energía en un momento en el que las facturas se han convertido casi en un artículo de lujo.
La teja milenaria ha demostrado durante siglos su resistencia y múltiples ventajas reivindicándose todavía hoy como la opción más duradera, económica y fiable para una cubierta inclinada.
El hecho de que muchas de las tejas se puedan reutilizar en edificios históricos rehabilitados habla por sí mismo sobre la calidad de un material cuyas propiedades estéticas están fuera de duda.
Pero como cualquier parte de la envolvente, una cubierta de tejas precisará ser completada con un sistema de aislamiento térmico, fundamental para conseguir el ansiado ahorro de energía (y las ayudas que el Gobierno tiene listas para reducir la elevada contaminación de los edificios y reactivar la economía).
Las opciones de aislamiento, con efectos inmediatos sobre el confort y la factura, son múltiples, tanto si se quiere remodelar una cubierta como si es necesario cambiar completamente el tejado.
En el primero de los casos, podemos aprovechar esta intervención puntual en nuestro tejado (reparaciones, actuaciones de limpieza preventivas, etc.) para instalar el aislamiento térmico. La instalación del aislamiento en una obra de reforma se podrá ejecutar por el interior o el exterior del inmueble.
El aislamiento puede ser instalado por el exterior retirando las tejas existentes para volver a colocarlas o desde el interior en función de cuál sea su estado de deterioro o uso.
En el caso de ser esta la opción elegida, los expertos recomiendan que entre el aislamiento y la teja se deje un espacio que permita la circulación del aire. De esta forma se evitará el fuerte contraste entre las temperaturas del tejado y el interior con lo que se minimiza el riesgo de condensaciones. La ventilación, como el aislamiento, son actuaciones preventivas que podemos implementar durante la rehabilitación de nuestro tejado y que nos ayudarán a evitar patologías y obtener confort.
Aislamiento por el exterior con paneles de XPS y microventilación
En el caso de las operaciones en el interior, algo más económicas al no requerir andamios, necesitan preparar la vivienda para los trabajos, por lo que se trata de una solución recomendada si el edificio o la vivienda no está habitada permanente.
El aislamiento interior de la cubierta, para el que normalmente se utiliza el aislamiento tradicional con paneles de diversos materiales o el aislamiento insuflado, no requiere levantar las tejas pero conviene revisar que estén en perfecto estado y hay que prestar atención a los puentes térmicos y asumir unos centímetros de pérdida de altura (los que se pierden por la instalación de aislamiento y el falso techo que se coloca para que este no sea visible). Esta solución, que suele ser más económica, no necesita el permiso de la comunidad de vecinos para su realización.
Aislamiento por el interior mediante técnica de Insuflado
¿Qué material debo elegir para aislar mi cubierta?
El mercado cuenta con infinidad de sistemas y soluciones desde paneles de XPS con una gran resistencia a la humedad y a los ciclos de hielo y deshielo, lanas minerales de roca o de vidrio, que además del alto grado de aislamiento térmico, proporcionan confort acústico por la elasticidad del material, paneles sándwich, poliuretano inyectado o proyectado, o el citado aislamiento insuflado con lanas minerales, virutas de madera, celulosa o perlitas aislantes.
Aislamiento de buhardilla no habitable
La elección de uno u otro depende de múltiples factores y lo más conveniente es consultar con un experto que nos asesorará sobre la opción más adecuada, dependiendo de nuestra necesidad.
Pero por encima de todo, está la teja cerámica, un material incomparable en términos estéticos, arquitectónicos y de diseño, pero también con grandes ventajas en aspectos clave como la sostenibilidad, durabilidad, seguridad o aporte al confort térmico y acústico.
“El Tejado, de Tejas”
La Asociación Gallega de Ceramistas (AGACER), desarrolla el programa “El Tejado, de Tejas”, junto a la Sección de Tejas de Hispalyt, con el objetivo de destacar las prestaciones y ventajas de la teja cerámica en la construcción y rehabilitación de cubiertas.
Para más información visita: www.tejadodetejas.es